sábado, 27 de junio de 2009

Mentir para vivir

La gente necesita mentiras para vivir. No creo que eso per se sea malo. Todos las necesitamos. Lo que me cuesta entender es cuando la mentira es tan evidente y ellos la repiten como loros, no sólo contándotela sino más bien en un ejercicio de autoconvencimiento.

El otro día estuve en casa de mi tía. En la noche hacía mucho frío y a ella se le ocurrió ir a comprar un pisco sour para acompañar un queso muy rico que había comprado (mi tía tiene ideas brillantes, no? =P). Así que partimos a la botillería más cercana.

Llegamos y el vendedor, que es conocido de mi tía, nos comienza a contar (a pito de nada) el origen de su negocio.

Resulta que no sólo es una botillería, sino que además tienen un servicio de delivery para llevar el trago a la casa. Llamas, pides (sobre 10 lucas) y te lo llevan. Según el tipo de la botillería era una idea del hijo que, siendo bombero, le tocó presenciar muchos accidentes, e incluso la muerte de un joven, debido a la conducción 'bajo los efectos del alcohol'. De esta manera se le ocurrió que esta iniciativa era una manera mucho más 'segura' para los jóvenes, ya que no tenían que moverse del lugar del carrete (y por ende 'exponer sus vidas') para comprar copete.

Yo no le veo la parte 'segura'. Es más, creo que cuando a alguien le toca ir a comprar trago lo debe hacer con más cuidado que si llevara en el auto a la polola, para llegar con las botellas sanas y salvas. El peligro rara vez radica en el momento en que los carretes comienzan, sino que cuando éstos terminan, cuando todos se van de la casa medios 'enfiestados', demasiado alegres, con la vista perdida y los movimientos lerdos.

Probablemente la mayoría de los accidentes ocurren "after party", cuando todos tratan de devolverse a sus casas manejando el auto propio o el del papá.

Para qué se engaña el tipo de la botillería y su hijo. Probablemente no han evitado ningún accidente y, como mucho, han contribuido con un par. ¿Acaso es tan complicado decir que uno puso un negocio para ganar plata solamente? ¿qué hay de malo en eso?

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sábado, 20 de junio de 2009

En su día...

Hoy es el día del padre. Segundo día del padre que no tengo a quién abrazar. El ánfora sobre mi librero brilla por la ausencia de aquél de quien sólo tengo sus cenizas.

Mentira. Tengo mucho más que eso. Por eso agradezco el meme que me dejaste, porque es una linda manera de recordarlo hoy: por las cosas que aprendí de él, aquellas cosas que no se olvidan y que están más vivas que nunca en mí.

Eso sí no pienso poner sólo 5 cosas... es su día y pondré las que salgan...

Cosas que aprendí de mi padre:

  • Que no da lo mismo cualquier pan porque nada en el mundo es capaz de reemplazar una marraqueta bien hecha, crujiente y calientita.
  • A compartir. Siempre me lo decía: "qué hay que hacer mi Charito?" "Hay que com-par-tir, papá!", le respondía yo con una sonrisa en mis labios, esperando que el resto compartiera sus pasteles conmigo.
  • A andar en bicicleta. A perderle el miedo, a andar sin las rueditas chicas. Al principio, como a mí me daba miedo, él me llevaba sujetando la parte de atrás del asiento y soltándola cuando yo no me daba cuenta, sólo para después decirme lo bien que lo había hecho yo solita. Que confiara en mí.
  • El respeto por los libros. Se deben guardar y cuidar como tesoros, no rayarlos, no doblarlos y no prestarlos a cualquiera.
  • A creer en mí y a superarme. “Este 6,5 puede ser un 6,8 y ese 6,8 puede ser un 7. Yo sé que tú puedes”, me decía cada vez que volvía de las reuniones del colegio.
  • Que el viejito pascuero no existía y que los regalos que encontraba en el arbolito eran los que con esfuerzo me había comprado mi mamá y él.
  • Me enseñó todas las operaciones matemáticas, a usar sus reglas especiales (tenía un montón!) y dibujar casas rectangulares (hasta el día de hoy las hago igual. Nunca fui muy brillante en arte).
  • Que ser la regalona no significaba chipe libre para hacer o tener lo que yo quisiera. Ser la regalona de mi papá significó que me exigiera mucho en todos los ámbitos, que tratara de traspasarme todo lo que él sabía y que me enseñara que amar no es permitir, sino que hacer todo para que la otra persona sea feliz; aún si eso quiere decir negar algo.
  • Que se puede amar sin admirar. O mejor dicho que puedo amar teniendo perfectamente claros los defectos y las virtudes de una persona y no por eso la voy a querer ni un ápice menos.
  • Que siempre puedo decidir, nada está escrito y la única regla es tener una buena razón. Que ninguna persona ni institución tiene el derecho a decidir por mí ni a decirme en qué debo creer. Que lo principal es creer en mí misma, y en mi capacidad para pensar, argumentar y decidir.
  • Me enseñó que la felicidad es algo concreto y contagioso que podemos encontrar en una carcajada estruendosa o cantando nuestra canción favorita.
  • Que una visita, una sonrisa y un abrazo podían ser el mejor regalo del mundo.
  • Que las pasiones no mueren. Sólo se quedan dormidas un rato.
  • Que la estatura y la dignidad no tiene que ver con centímetros ni con poder.
  • Que el tiempo no sepulta nada.

No soy la única que desearía abrazar a mi papá hoy. A ellos esta canción. Especialmente para mis amigos: Naty, Bárbara y Seba (los quiero mucho!).

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lunes, 15 de junio de 2009

La verdadera farándula no está en la tv (muerte a los psicólogos laborales)

La farándula más cruel y copuchenta no es la que se muestra por la televisión. No es la de los programas que se meten en la vida de famosillos, que se pelean por mostrar su intimidad en exclusiva y luego rasgan vestiduras por la 'protección de la vida privada'. Ésa es sólo una ínfima parte de una práctica cada vez más extendida en la sociedad: escudriñar en la vida privada del otro.

Un ejemplo patente de esta intrusión desvergonzada son los psicólogos laborales. Con su batería de test de dudosa reputación, estos profesionales de la farándula no televisiva tienen como misión desvelar qué tan psicópata somos los pobres infelices que sólo queremos trabajar en algo más o menos digno. Nos muestran las famosas manchitas de tinta esperando que caigamos en la trampa de ver algo que jamás debimos ver y para ponernos per secula seculorum el título de 'traumado sexual', 'depresivo' o 'pedófilo'.

Apenas nos paramos frente a uno de estos especímenes es imposible no sentirse observado, vulnerado en la intimidad. Si me siento así va a pensar que soy sumiso, pero si me siento asá pareceré un arrogante. Mejor no hago mi firma usual porque parece la de un psicótico.

¿Y todo para qué? Para darnos un puesto de secretaria-lleva-cafés o de atendedor-de-llamadas-de-tarados o de aprendiz-de-inepto. Pregunto yo: ¿qué carajos les importa que yo tenga un trauma con mi figura paterna si soy una buena profesional? ¿Importa que odie a mi madre si me desempeño correctamente en el trabajo? ¿No es acaso una intromisión en la vida privada todos estos test de pacotilla que intentan escudriñar en el único espacio realmente propio que todos tenemos: nuestra mente y nuestros pensamientos?

Me importa un huevo que persigan a la mina que baila en la tele para verla en pelotas o que le pregunten hasta el cansancio a Pepito si todavía anda con Juanita o le puso los cuernos con Fulanita, al fin y al cabo es una relación de mutua, se retroalimentan y hasta se consiguen pega apareciendo en los medios por cualquier cosa. Pero no me vengan a hacer tests chantas que lo único que demuestran es que siempre el psicólogo que lo hace está más loco que tú.

Mientras no ande acosando al junior, mientras no le pegue al jefe ni viole a la secretaria, mientras tenga un trato razonable con mis compañeros de trabajo y me desempeñe bien como profesional, no veo que puedan hacerme ningún reproche. Déjense de hinchar las pelotas y vayan a tomarse otro campo laboral.

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miércoles, 10 de junio de 2009

Variaciones sobre un mismo tema

Mientras pienso en el meme que me dejó Boo, les dejo una canción que me encanta. Todavía no sé si porque la canción es buena o porque es tan pegote que cada vez que la escucho, no me la puedo sacra de la cabeza, por lo menos, por un par de días =P

1.- La versión original de Dusty Springfield:


Bien ella. Si les suena familiar es la misma que canta "Son of a preacher man". Gran canción también.

2.- La versión ultra ochentera de Samantha Fox:


El video es una mierda, pero me entretiene soberanamente. Además me encanta la lectura de Samantha Fox, mucho más pícara ;)

3.- La reinterpretación latina de Luis Miguel, queriendo imitar el bailecito de Thriller y fallando dramáticamente =P:


Canten conmigo: Ya sé que no hubo nadie que te diera como yo te di XD

4.- La versión de Volbeat que rulea mucho:


Finalmente, esto demuestra que sí es una buena canción: un excelente cover.


Bonus Track:

Hay cosas indecentes y esto:


Y eso que el parche en el ojo es lo más decente del video x_x

Y la versión de Marilyn Manson (mucho mejor que la original a mi gusto)

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jueves, 4 de junio de 2009

Facebook me da risa

Desde hace poco menos de un año estoy metida en ese mundillo de Facebook y todavía no dejo de sorprenderme del cinismo y la tontera de algunas personas.

En FB hay test para tirar a la chuña. Desde qué equipo de fútbol eres hasta qué película te representa y cosas aún más imbéciles, si es que eso es posible. Hacer o no esos test es cosa de cada uno; cada uno sabrá cómo pierde su tiempo, pero lo que me da risa son los resultados tan evidentemente falsos… o mejor dicho falsificados.

Me ha tocado ver cómo a gente que yo conozco y que sé que es malas pulgas, enojones, están siempre a la defensivas y son hasta amargos en el trato les sale que son “muy amistosos, dulces y compañeros” (sic)… (inserte risas).

Claro, existe la remota posibilidad que sólo conozca el peor lado de estos seres y que en otras circunstancias sean unos gatitos dóciles y tiernos. Pero algo me dice que son las mismas circunstancias en que alguien podría considerarme Heidi.

Y claro, por una parte es lógico que si hago un test sobre una película o serie que me gusta voy a querer que me salga el personaje con el que me sentía identificado y voy a contestar de manera que me salga (porque no creo que entre tipos más o menos grandes haya gente que se conozca tan poco a sí misma). Pero mentir de forma tan estúpida pensando en que tus “contactos” no se darán cuenta que NO eres una oveja, sino que sólo llevas puesta su piel por encima… Ja!

Tengo uno que es muy chistoso. Alguien que por esas cosas de la vida me mandó al demonio (aunque lamentablemente ni siquiera lo hizo así, sino que fue más patético, algo así como por omisión). La provocación tampoco había sido mucha, pero démosle espacio a la duda y supongamos que caló hondo en su corazoncito. Pues cuál no sería mi sorpresa al enterarme de que esa persona en “realidad” “siempre prefiere actuar pacífica y tranquilamente”… WTF???!!! O yo hablé con un clon o ese no eres tú, man.

De buenas a primeras no tengo nada contra la mentira que no tenga contra el resto de las cosas, incluidas la verdad y las papas fritas: debe hacerse bien. O sea si te llamas George W. Bush y haces un test sobre cuán inteligente eres, cualquier cosa más allá de un chimpancé o un niño de 2º básico resultará sospechosa. Lo mismo si eres Stalin y en un test sobre tu índice de maldad te sale “blanca paloma”.

Gente, mientan, si quieren, pero mínimo que lo hagan bien... a no ser que quieran que nos riamos de ustedes (lo cual, en todo caso, siempre resulta entretenido).

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