Que Aeron me acompañe

He estado toda la tarde haciendo tests... y esto es lo que he sacado en limpio:

• Si tuviera un daimonion, sería un león y se llamaría Aeron.
• Si estudiara en Hogwarts estaría en Ravenclaw.
• Si fuera un hermano Weasley sería Bill (¿me explican quién es?).
• Si fuera un personaje irritante del mundo de Potter sería Rita Skeeter (lo que me confirma que no son 5 años perdidos).
• Si fuera un fantasma de Hogwarts sería... no, se equivocaron, sería Peeves (parece que puedo llegar a ser MUY molestosa).

Conclusión: sé un poco menos de mí misma y un poco más del universo de Harry Potter.
Ah! y quiero leer La Materia Oscura y ver La Brújula Dorada!!!

PD: Si les interesa gastar sus tiempos haciendo este tipo de tests entren en el último link de la lista de la derecha o hagan click aquí. El del daimonion lo pueden encontrar en la página oficial de la peli, justo aquí.



 
Y con respecto a La Brújula Dorada

Después de una sobredosis un tanto, insana de mi parte, de Lewis (acabo de terminar el segundo libro de la Trilogía Cósmica: ateos, agnósticos y gente con sentido común, abstenerse) ahora me quiero pasar al bando de los ateos. Aunque sea por un rato.

Me gusta la idea de que puedas 'conversar' con tu alma y que ésta siempre te acompañe. Aunque en teoría ES así, pero un reflejo material no es nada despreciable, es más, me gusta.

El que muera contigo es una perspectiva inquietante, pero hasta el momento nada me asegura algo más. ¿Dios? tal vez. Who knows. Demasiado intrincado para estas alturas del año. Quizás para el próximo me embarque otra vez en esos eternos dilemas existenciales/religiosos que suelo tener.

Mientras, prefiero que Aeron (mi daimonion, lean arriba) me acompañe. Qué rico tener a un león al lado. Tendría menos miedo de andar muy tarde en la noche por la calle, dormiría con un peluche gigante y calientito, mi espejo sería menos visitado para conversaciones profundas.

Por el momento me quedo con La Materia Oscura de Philip Pullman y boto a C.S. Lewis (o por lo menos su discurso más asquerosamente católico).


PD: Blogger se amurró, pero en cuanto pueda subo la imagen de mi daimonion ;)

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Blasphemous Rumours

Rumores maliciosos, con o sin intención, con o sin consecuencias, chistosos o simplemente molestos... quién no ha sido objeto del famoso "sabías que..."

En mi corta, pero suculenta experiencia personal, me han colgado desde la típica máscara de niña buenita, responsable y cuasi perfecta hasta la recientemente adquirida de pone-cuernos-descarada. Eso sin contar de mi pseudo embarazo hace un par de años, gracias a un par de "queridas" ex compañeras de colegio.

Si fuese por los rumores sería un caso de reality, sin embargo mi vida suele ser bastante menos adrenalínica... =P. De todas maneras es tremendamente chistoso saber qué piensan los demás de uno, los rollos que se pasan, los cuentos que pueden inventar y, definitivamente, la mala vista de algunos... =D.

Sólo espero una cosa: por favor, necesito enterarme de lo que hice, he hecho y haré... no me pierdo mi próximo rumor, ¡ni por nada!

PD: Comenten los rumores que han inventado de ustedes, los que les gustarían que les inventaran o si alguna vez han contribuido a que algún pequeño chisme de pasillo se convierta en un gran cahuín.

Canción inspiradora:

I don't want to start

Any blasphemous rumours

But I think that God's

Got a sick sense of humour

And when I die

I expect to find Him laughing

Depeche Mode

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Y qué!

La sinceridad es un valor extraño. El sólo hecho de definir la sinceridad ya es problemático: si decimos que ser sincero es decir la verdad, estamos suponiendo de que hay una sola, lo que ya resulta bastante iluso, por decir lo menos. Si, en cambio, la definimos como “decir lo que pensamos” resulta, por lo menos, cuestionable, en cuanto a su pertinencia.

Sin embargo, para muchas personas la sinceridad es un valor en sí mismo. Por ejemplo, para mi papá. Uno de los discursos preferidos de mi viejo es hablar de lo importante que es decir la verdad, siempre, en cualquier circunstancia porque finalmente siempre sale a flote y en ese caso es mejor decirla y blablabla.

Yo no lo tengo así de claro. Creo que los valores sirven para algo más que estar enmarcados a la cabecera de la cama. Para algo más que palabras de buena crianza que lucen bien, que son políticamente correctas y consensuadas socialmente. Para mi los valores tienen que ver con algo más que eso. Tienen que ver con que si los consideramos como tales es que sirven para algo. En otras palabras, en primer término viene el “valor” de los valores.

Y eso es lo que me pasa con palabras como sinceridad que, lanzándolas al aire sin más, suelen sonar huecas. La sinceridad –para mi-, no es buena per se, decir la verdad, puede que no siempre resulte “bueno”, simplemente porque somos humanos, porque a veces es mejor no saber, no decir... qué sé yo...

El decir que “es bueno ser sincero” es un lugar común. Los valores no sirven por sí mismos, tienen una utilidad que va más allá. Uno no es sincero, simplemente porque debe ser así. Se es sincero porque, bajo determinadas circunstancias, es bueno para uno y para el resto.

Hay cosas que uno no quiere escuchar en la vida ¿es tan malo quedarse callado y pasarlo por alto? ¿va a cambiar radicalmente la situación si lo digo? Para bien o para mal?

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Para que vean...

Impresionante. Nunca pensé que uno se podía parecer más a otra persona que a uno mismo... pero según cierta página web sí se puede.

Es más, de hecho gracias a la paginilla en cuestión (que encontré gracias al blog de Naty =P), descubrí que Billy Corgan se parece más a Ethan Hawke que a él mismo... vieras...

El caso es que la página no me dejó ver a quién cresta me parecía yo, porque como que con la foto de mi currículum, por alguna razón, no funcionaba... mmm... ¿será porque soy marciana? ¿será que mis rasgos son distintos? ¿será que la tonterita de programa no pudo captar mi "sublime belleza"? (juajuajua)

La problemática sigue... y si no fuéramos quienes somos? y si en realidad somos otros? y si?...

Nahhh... sigo queriendo un helado de crema en una playa del Caribe!

PD: Y de hecho como ayer no pude subir las fotos al blog, porque los ultra tecnológicos PC's de la escuela me lo impidieron, volví a intentarlo hoy... y me llevé otra sorpresa: Billy se parece hoy más a Isaac Hanson que ayer O_o... y eso que lo hice con la misma foto, lo juro... *inserte música de la Dimensión Desconocida aquí*

Frase del día:
"Say you write a song about a chandelier, and the chandelier gives off light. And the light is the color red and red reminds you of the color you're not supposed to wear around a bull. So you name the song Cow".
Billy Corgan

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Lo viejo y lo nuevo

- Quiero gritar cualquier pelotudez en medio de la pampa
- Me gustaría que me billetera tuviera un poco más que lo suficiente
- Sueño con estar en una de esas playas con palmeras en el Caribe, donde a única meta en la vida es que no se te marque mucho el bikini y tener un buen bronceado
- Babeo por un buen plato de ravioles y pasteles non stop en mi refri
- Deseo gritar como cualquier fan adolescente a Billy en Baires, Santiago o donde sea, que es el pelado más rico del mundo (díganme si no es cierto...)

Mmmm... me acabo de dar cuenta de que todo esto fue una excusa para postear después demás de un mes y, sobre tod, para poner esta foto de Billy donde sale con unos ojos...

(Sí, lo acepto, soy una fan-babosa- más)


PD: Después de todo sigue sin haber nada nuevo bajo el sol...

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El baúl de los no recuerdos

Conversando me di cuenta de que mis recuerdos son un tanto raros. Recuerdo mejor cosas que nunca sucedieron y en cambio me cuesta acordarme de lo que pasó hace tan sólo un par de años.

Por ejemplo, me acuerdo muy bien de mi cayendo por las escaleras de la casa donde pasé los 3 primeros años de mi vida. Recuerdo los primeros pasos temblorosos, la sensación de tener las "patas de lana" y después de caer, rodando cinematográficamente, escaleras abajo.

Recuerdo cuando llegué un día a visitar a mi bisabuela (en la misma casa del "recuerdo" anterior), y que mi tía me prohibió subir. Lo asocio con la muerte de mi "tata", cuando yo tenía un poco más de 3 años y ya nos habíamos ido a vivir con mi abuela paterna.

Bueno, esos 2 recuerdos nunca pasaron, pero ahí están, vívidos en algún cajón de mi mente. Es más, tanto me marcaron que hasta el día de hoy le tengo miedo a las escaleras. Cada vez que bajo una pienso que voy a rodar unos escalones más abajo. Imposible no sentir una especie de vértigo.

Quizás no son mis recuerdos, son recuerdos de mi anti-yo. Así como existente la antimateria, en una de esas todos tenemos una especie de negativo nuestro en otro mundo. Quizás ese "anti elote" recuerde cosas de las que yo no me acuerdo y se pregunté por qué.

¿Creen que el universo es simétrico? No lo sé, pero por un problema estético no me gustaría. Prefiero pensar que no es así... pero igual mis no recuerdos siguen estando ahí, mientras que los verdaderos, los que sí viví, se siguen fugando, se hacen humo.

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Balanza comercial

A pesar de las pocas innovaciones o apuestas mostrados este año por la bolsa de valores elóticas, el mercado ha seguido depositando su confianza en ella, lo que ha derivado en un aumento de los bonos de autoestima y amor propio.

Por otro lado, las proyecciones para el segundo semestre se ven auspiciosas, ya que con la llegada de la primavera se estima que crecerá de manera importante la alegría. Sin embargo, también se prevé un aumento en la mucosidad nasal, producto de la alergia correspondiente al trimestre primaveral. Aunque todavía no se han notado síntomas en este sentido, se vislumbra un constante aumento en las próximas semanas, lo que no afectará mayormente los créditos amorosos.

El hecho de que las balanzas comerciales de los países vecinos estén en progresiva alza, y con muy buenas expectativas para el futuro, hace que el sector aumente sus ganancias, que haya más inversión amorosa y que la armonía comercial reine.

Conclusiones: La compra de inversiones elóticas está in, las acciones de la bolsa de ñoños sube cada día y el nivel de satisfacción personal se encuentra con una fuerte alza, tendiente a la estabilización de los mercados en el cono sur de los freakies.

Conclusión II: Lo que hace la economía de mercado!!!

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Sol de invierno

Llegó el sol de invierno y poco a poco la nieve se derrite. Sin embargo, los muertos que quedaron en el camino siguen penándonos, mostrando sus cuerpos secos a los rayos del sol. Las achiras de mi jardín están secas, el bello hibiscus que mi vecina cuidaba con tanto esmero está quemado.

La nieve, que tan bonita se veía, con la que jugué, la que cubrió mi jardín y le puso un velo a la cordillera las mató. Cayendo en copos, silenciosa... me gusta cómo mata la nieve. No deja rastros y es tan blanca, tan pura. Simplemente cae, cae y te va entumeciendo, te va quitando la sensibilidad y te va durmiendo hasta que no sientes tu cuerpo, hasta que ya no es tuyo sino que le pertenece a la nieve.

Y ahora viene el sol, pero un sol que no calienta, que no quema. Un sol que sale de detrás de las montañas sólo para alegrarnos el día. Un sol inofensivo, o casi. Un sol que derrite la nieve y se la lleva con él. Porque todo tiene que morir y el ciclo tiene que continuar.

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I like it!!!

Estoy acercándome al cuarto de siglo. Dentro de unos dias entraré en mi tercer ciclo según el horóscopo chino, lo cual me plantea muchas interrogantes a las que no quiero darle muchas vueltas... Resulta que pensando en la inmortalidad del cangrejo y esas cosas, me encuentro mucho más cerca a cómo era en segundo año de lo que, en teoría debería estar/ser/querer. Lo cual no me supone ningún problema existencial ni mucho menos, es más, me gusta.

De hecho recuerdo una entrevista que me hizo ese año la Pau, donde yo respondía algo así como que "ahora es tiempo de vivir" (suena cursi, la Pau lo eligió de título). Y siento que sigo en esas y lo disfruto mucho. Me gusta planear, organizar, proyectar y hacer esas cosas, pero aún más me gusta sentir eso en cada momento, vivirlo a concho.

Lo admito, soy una chancha, una chancha de agua... jabalí cuando me pongo media salvaje. Llevada de mis ideas, terca, hiper porfiada y algo violenta en ocasiones, pero también amiga de mis amigos, leal y valiente. Soy una chancha que ama la vida, le encanta revolcarse en su chiquero y que le rinde culto a los dos mejores pecados capitales (adivinen!)

Y por todo eso y lo demás, quiero dedicarme esta entrada a mí (así de egoísta), una especie de guiñada de ojo frente al espejo, como me gusta hacerlo a veces...

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“I am one of those melodramatic fools”

Definitivamente, yo soy una de ellos. Para mí la vida siempre tiene un toque de tragedia. Un desaire, mi orgullo o tus palabras, todo es susceptible de ser amado, odiado o sufrido. Y por eso me resulta tan curioso que justamente ahora, con esta moda media emo, media gótica, eso se pierda. El sufrimiento no pasa de ser algo extraño y, por lo mismo, cool. 

Es cierto, soy una vieja a quien le siguen gustando las tragedias de antes y que, en cierto modo, las sigue viviendo. Aunque no siempre se me note, suelen dolerme mucho algunas acciones o circunstancias de esta vida. Y, como buena actriz de una mala obra melodramática, suelo también guardarme la pena y llorar muchas noches pensando que esta si es que la última vez, la última oportunidad. Pero no, el drama es que la última palabra nunca está dicha hasta que uno expira, la comedia debe continuar y uno debe enfrentarse a sus miedos proactivamente.

Porque está bien sufrir, pero como dicen muchos “no es para tanto”. Me apesta que me digan eso, y si para mí es para tanto? Quiero tener el derecho a vivir mi tragedia griega, aunque sea chica y cagona. Por un momento sentirme la protagonista o morir como si lo fuera. 

Por eso soy una tonta melodramática, porque para mí los “no son para tanto”, “no les pongas color”, “el tiempo sana” y toda esa sarta de sandeces que te dice la gente que no es capaz de ponerse en tu lugar ni de vivir sus propias desgracias, son palabras al viento.

Pedazo de canción inspiradora:

"I am one of those
Melodramatic fools
Neurotic to the bone
No doubt about it"

Green Day, Basket Case

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Nebulosas de reflexión

Hoy abrí mi cajita musical, cuya fiel custodia es la bailarina Ariadna, y me di cuenta de cuántos recuerdos he acumulado en estos últimos años. Cartas, fotos, recortes de diarios, velas a medio quemar, tarjetas, dibujos... todos con un valor sentimental, todos ligados a personas especiales. Y ahí están como pequeños fragmentos de mundos, de vidas y de momentos. 

Los recuerdos son como el polvo espacial. Quién sabe si algún día fueron parte de un planeta, de un mundo donde millones de seres caminaron, comieron y se amaron. Eso son los recuerdos para mí: pedacitos de otros mundos. 

Y eso es lo que los hace maravillosos: que a través de ellos podemos tratar de vislumbrar ese otro mundo que ya no es, pero del que aún quedan esas pequeñas partículas minúsculas. Es como mirar las estrellas y pensar que ese cielo no está sobre nosotros, sino que es el cielo que estuvo sobre las cabezas de nuestros requetecontratatarabuelos. Es sentir la trascendencia y la finitud de la vida de un paraguazo. 

Por eso le tengo tanto cariño a esos objetos, mis cachivaches. De algún modo siento que me hacen revivir emociones y reencontrarme con partes de mí que a veces, por circunstancias de la vida, por olvido o por recelo, guardo.

Son los fragmentos de mis propios mundos y de mis experiencias, que cada cierto tiempo me gusta visitar. Me río con ellos, lloro releyendo viejas cartas y, por sobre todas las cosas, gozo sabiendo que todo eso es mío, no porque estén en mi cajita de música-baúl de los recuerdos, si no porque están en mi cabeza

Bien resguardados por Ariadna duermen. Al abrigo del frío, de los años, de inconcientes olvidos y de ataques de haré-una-pira-gigante-en-el-patio. Sólo para mí.

PD: Gracias mi amigo del alma por regalarme a mi bailarina, fiel oyente de mis sueños y llantos y protectora oficial de mis cachureos, Ariadna.

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