lunes, 16 de marzo de 2009

Cambia todo cambia

Love is all a matter of timing

Nos conocimos hace ya varios años. Recuerdo que fue una "amistad a primera vista": mirarse y saber que el otro está en la misma parada tuya, que te entiende y que el mundo se pinta con colores similares ante la vista de ambos.

Nunca pasamos mucho tiempo juntos ni jamás nos convertimos en la sombra del otro. Éramos compinches que cada cierto tiempo se "ponían al día" en una larga conversación sobre el pasado y el futuro, sobre lo que había ocurrido en el intertanto que el otro no estaba y lo que creíamos/queríamos que ocurriría.

Es un instante de infinita alegría cuando encuentras en el mundo a alguien en quien confiar y con el que compartir un pedazo de esta vida. A alguien con quien puedes llorar y reir sin sentirte un estorbo. Alguien al que le bastan tan sólo una mirada o un gesto para entender que quizás hoy no estás bien, que necesitas un helado o que quieres un abrazo. Alguien con quien el silencio es una forma de comunicación más.

Nosotros teníamos esa conexión especial y quizás nuestro error fue creer que siempre la tendríamos. Pensar que la gente no cambia, que la vida no nos cambia...

Hace mucho tiempo que no hablo con él como lo hacíamos antes, cuando podíamos pasar horas y horas conversando, ya fuese en persona o por msn, de un cuanto hay. Nos reíamos de nosotros mismos y de la vida, arreglábamos el mundo y filosofábamos obre la inmortallidad del cangrejo. Ahora, en cambio, parece que todo acabara en el saludo cordial: "Hola, cómo estás?", "bien y tú?". Y las palabras se agotan.

No es por falta de cariño ni de curiosidad. Es, simplemente, porque ya no nos entendemos. Porque ya no estamos al tanto de la vida del otro y, lo que es aún peor, nos cuesta mucho estarlo porque a poco de intercambiar un par de frases comienzan los malentendidos... él ya no entiende mi humor ¿o será que yo cambiado mucho?

Las últimas veces que hemos intentado comenzar una conversación casi siempre terminamos discutiendo por idioteces. Él no entiende mis ironías y yo no entiendo que no entienda. Yo jugueteo con el sentido de las palabras y él piensa que no me tomo la vida en serio. Cada vez que le digo que nos juntemos, me dice que no tiene tiempo, entonces le propongo que, como él siempre está más ocupado que yo, me llame cuando tenga tiempo y yo me lo hago, pero se queja de que yo debería llamarlo.

Varias veces he tirado la toalla y pensado que esto no da más, que lo tendré que enterrar como un muerto más en el corazón. Pero después no puedo evitar sentirme mal y tratar de arreglarlo, reconstruir el puente... Y me da la impresión de que, cada vez que me saluda, él intenta hacer lo mismo. El problema es que hablamos idiomas distintos.

Es triste ver cómo nuestros intentos fracasan una y otra vez. Es triste ver que no hay pegamento que funcione. Yo lo quiero muchísimo, pero en este momento sé que no hay nada que pueda hacer para mejorar la relación, al contrario, cualquier intento de acercamiento produce un alejamiento mayor.

No tengo ninguna conclusión para esto, simplemente pienso que así como alguna vez nos vimos y fue como reencontrar a un hermano, y ahora parecemos dos extraños, quizás en algún momento esto útlimo también cambie. No digo que vuelva a ser como antes, pero tal vez la relación -y nosotros mismos- volvamos a transformarnos y nos reencontremos. Que volvamos a hablar el mismo idioma para poder decirnos otra vez cuánto nos queremos.

En la amistad, como en el amor, también hay que encontrar el tiempo y el espacio adecuado...

9 comentarios:

S A N J O lunes, marzo 16, 2009 6:40:00 p. m.  

LO UNICO CONSTANTE EN EL UNIVERSO ES EL CAMBIO... FLUYE Y SE IMPONE.

...yo guardaría una esperanza y no haría nada para anticipar al mañana...

le oí decir a una tortuga sabia "uno alcanza su destino por el atajo que elige para evitarlo... los accidentes no existen" ¡me cae bien la tortuga!

carmela lunes, marzo 16, 2009 11:22:00 p. m.  

Es muy cierto eso que decís. La frase final (muy wonkarwariana) también se aplica a las amistades. A veces se va y a veces se viene, pero lo mejor es fluir y no aferrarse. Suena a trillado, pero me doy cuenta que lo trillado, muchas veces es certero.

besos

NaCho Renton martes, marzo 17, 2009 10:14:00 a. m.  

es complicado estar asi, creo que me pasa algo parecido y existe un punto donde los caminos se separaron, pero no te das cuenta hasta que paras y vez que la otra persona va por la vereda de enfrente y que no basta con decir o gritar cosas de una vereda a otra (el amor no es solo decir te amo o te quiero), sino que hay que atreverse y cruzar hacia el otro lado y buscar el punto de equilibrio, pero eso es re dificil mas tomar la desicion de cruzar si no sabes que pasa en la otra persona.

saludos

Lilya Nuratis martes, marzo 17, 2009 3:50:00 p. m.  

siento que reflejas a la perfeccion esa sensación de intentar atrapar un globo de helio que el viento nos ha arrebatado de las manos en medio de una avenida llena de gente gris....

pero si, supongo que todo ciclo es reversible.. que nada es definitivo y que lo que late... por debajo del tiempo, de las ocupaciones y sobre todo lo que late en la memoria y en el alma no se pierde nunca del todo...

Te dejo un beso... y un silencio reflexivo

Lilya

Any miércoles, marzo 18, 2009 8:20:00 a. m.  

Acabo de ver que le puse el mismo título a mi última entrada :S ouch!

Mirá, si la conexión entre los dos fué profunda no creo que se pierda definitivamente. Es verdad que vamos cambiando, pero la esencia se mantiene. Son ciclos, a veces uno no tiene tiempo o ganas, te dejás llevar por la rutina, te agobian los problemas, perdés el humor ... Pero siempre volvés a buscar a los amigos porque finalmente donde vas a estar mejor?
Para mi se van a volver a conectar :)
un beso Myriam

Nicolás miércoles, marzo 18, 2009 10:44:00 a. m.  

"Nada se pierde, todo se transforma"

Saludos

Blogger Pechocho miércoles, marzo 18, 2009 9:52:00 p. m.  

Todo es relativo.
Tu vivencia fue la mía, con sus rasgos y sabor específicos...

Hay veces que te quieres aferrar a algo, más que por un amor genuino por una especie de costumbre. Reflexionar sobre eso, desgarrada el alma, lleva su tiempo.

Saludos

Andres lunes, marzo 23, 2009 11:28:00 p. m.  

Gracias por pasar a visitarme... todas las semanas vamos a presentar una banda nueva asi que si te gusta la "onda" de la banda probablemente te sigan gustando las que vienen.

Respecto a esos amigos que la distancia separa las "paradas" particulares de cada uno... yo generalmente simplemente acepto. como sea, como vengan... simplemente aceptar. me resulta sano con las parejas también, después de todo por alguna razón son parte, o fueron, de mi círculo cercano, porque me aceptaban como soy y yo los acepté como eran y van a ser importantes para siempre.

Besos.

Myriam miércoles, marzo 25, 2009 3:41:00 p. m.  

Sensaciones: no hay que despreciar la sabiduría de la Tortuga.

Carmela: es difícil no aferrarse, pero cada vez me convenzo más de que es muy cierto.

Nacho Renton: he tratado de cruzar a la vereda del frente, pero es como esas ilusiones ópticas donde entre más te acercas, más lejos lo ves.

Lilya: nada es definitivo, pero cuando uno ha querido mucho a alguien eso se recuerda siempre. gracias por tus saludos.

Any: una vez me pasó eso mismo con Carmela =P
Ojalá pase lo que tu dices.

Nicolás: y yo hago acto de fe.

Blogger Pechocho: mmm... la costumbre. El amor entraña algo de costumbre también...

Andrés: en cuanto me arreglen mis tarros me pongo al día ;)
Aceptamos, es simplemente que mientras yo hablo en japonés, él me responde en alemán.

Saludos a todos y gracias por pasar =)

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