miércoles, 21 de abril de 2010

Pensamiento mágico

Es lamentable que después de años de discursos apelando al pensamiento mágico se lo haya terminado asociando a las mujeres. A algunas psicólogas (y pseudo psicólogas chantas) les encanta sacarlo a colación cada vez que pueden. Para ellas el pensamiento mágico reside en la mente femenina, siempre tan dada a la fantasía, basta echar un vistazo a la publicidad dirigida a nosotras y a eso que insisten en llamar “literatura femenina”.

Más allá de los prejuicios y las etiquetas vacuas, creo que el pensamiento mágico es algo bastante más complejo y universal, enraizado en nuestra cultura mucho más de lo que creemos. Pensamiento mágico es, para mí, esa maravillosa facultad para hacer responsable a la nada de un todo, para darle sentido a lo que no lo tiene, para encontrar respuestas donde no hay más que preguntas.


Una cosa es suspender la incredulidad en un show de ilusionismo o en el cine. Otra muy distinta hacerlo por la vida.


Hace unos días me abordó en la calle una vendedora de esa secta llamada Herbalife. Iba con tiempo así que decidí que medir mi índice de grasa corporal no era una mala idea. Me llevó a un edificio cercano, me preguntó cuánto medía, me pesó, calculó mi índice de masa corporal* y luego me pidió que sostuviera un aparatito entre mis manos que supuestamente mediría la cantidad de grasa en mi cuerpo. Me presté para eso también.

Mientras lo sostenía, le pregunté cómo funcionaba el asunto, cómo diablos, con sólo tomarlo, podría decirme qué porcentaje de mi cuerpo era grasa (sin decir qué tipo de grasa era tampoco, que hay distintas y algunas necesarias). Me miró entre divertida y desconcertada y me respondió que cómo iba ella a saberlo.

Ella: es como saber cómo funcionan los celulares o los computadores…
Yo: … (por un breve segundo pensé en explicárselo con peras y manzanas).
Ella: lo importante es que funcionen.
Yo: … (cada vez más sorprendida tratando de poner cara de ‘sí, obvio’).
Ella: no, yo no tengo idea como funciona, lo único que sé es que aparece el numerito y listo. Imagínate si uno supiera cómo funcionan todas las cosas que usa… jajaja – traté de reírme con ella, pero la verdad terminé riéndome de ella y de mí–.

A estas alturas de la “conversación” estaba absolutamente pasmada. Vale, no me sorprende la capacidad de ignorancia de las personas, pero me enerva que ni siquiera tengan una mínima cuota de curiosidad en su interior. ¿Cómo demonios no van a querer saber cómo funcionan las cosas que usan diariamente? Nadie les pide que se metan en los circuitos o sean técnicos (yo tampoco lo soy), pero al menos tener una idea general de su funcionamiento hace que podamos responder adecuadamente cuando eso, por algún motivo, deja de funcionar.

Claro, el asunto no es tan sorprendente si pensamos que desde pequeños a muchos niños (la gran mayoría) les dicen que hay un señor viejo y barbudo en el cielo que creó todo lo que conocemos de la nada porque un buen día se le dio la gana y que vigila todas las cosas que hacemos. Cuando la gente piensa que hay que “dejar las cosas en las manos de Dios” porque “él proveerá”, cuando se tiene más fe en la cura milagrosa que en el saber científico, cuando el presidente de un país se hace eco de mitos urbanos y dice que “el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”.

La religión es una inmensa fuente de pensamiento mágico, con todos sus dioses, santos, mártires, plegarias, rituales y tradiciones, donde el hecho de “tener fe” muchas veces **equivale a decir “porque sí”, a una respuesta grandilocuente y vacía. Creo que ese es el mayor pensamiento mágico del mundo… y ha sido creado y dirigido siempre por hombres.



* Por primera vez en años tengo un IMC normal en vez del típico “por debajo de la media” que me acompañó por tantos años.
** La mayoría.

8 comentarios:

Mónica Pavón Mardones miércoles, abril 21, 2010 3:08:00 p. m.  

La mayoría de las religiones se basan en el dogma y la fe. Alguien que no comparte ni el dogma ni la fe, difícilmente va a ver que el cuento va más allá del viejo barbudo que creó el universo en siete días. Y menos aún se dará cuenta de que va harto más allá de un pensamiento mágico.

Mónica Pavón Mardones miércoles, abril 21, 2010 3:09:00 p. m.  

Me faltó agregar: es fácil burlarse de lo que no se entiende.

Anónimo,  miércoles, abril 21, 2010 4:44:00 p. m.  

No sabes cuanto odio a Pilar Sordo...

Regresando al tema; manejar cosas sin realmente dudar si sirven para lo que dicen que sirven, es uno de las tantas falacias del siglo XXI, y dentro de esa lógica también entra la Ciencia.

Referente al comienzo de tu post, no me siento para nada identificada con los Psicolog@s chantas [Ya que por mis ideas me están desaprobando el proyecto de ante-tesis], la Psicología en ese caso y dentro de lo que llamamos Chile, es sólo una cuestión de egos.

La teoría del pensamiento mágico es una de las tantas que no me atraen, ya que posee demasiada sobre-lectura.

Los si por si en Chile, hablan de la poca capacidad de cuestionamiento.

Saludos

Narvandi jueves, abril 22, 2010 2:21:00 p. m.  

Siento eso cada día de mi vida, la gente en general es mediocre, que ondi?

Y lo del pensamiento mágico, mis polainas, si se asociara conmigo, le llevaría Castlevania, Rock y vodka, eso es magico.

besoso

Anónimo,  sábado, abril 24, 2010 9:39:00 p. m.  

Es cierto, pero quería acotar que lo que dijo Evo Morales tiene sentido, a pesar que me pareció risible y patético igual que a ti.

http://www.kaosenlared.net/noticia/periodista-sale-defensa-palabras-presidente-evo

Saludos Myriam, creo que nunca había comentado aquí, pero tú sí en el mío, no obstante lo he leído antes, no te creas ;)

Akira Hokusai sábado, abril 24, 2010 11:10:00 p. m.  

que bueno dulce que tu imc sea normal y que no estes con sobrepeso...
saludos :P

Diego domingo, abril 25, 2010 1:53:00 p. m.  

Creo que ya sabés lo que pienso al respecto... básicamente, que la religión (con muy pocas aunque notables excepciones*) es una cuestión de comodidad (por no decir cobardía) espiritual.
Y el aparatito ése mide algo que se llama "bioimpedancia". La grasa no conduce la electricidad de la misma manera que el agua (de la cual está compuesto la mayor parte del resto de nuestro cuerpo), y al hacer pasar una tenue corriente por el cuerpo, puede entonces estimar cuánta grasa tiene. Realemente no es algo tan complicado como para no saberlo, sobre todo si te dedicás a usarlo todos los días en tu trabajo...
¡Saludos!

*Estoy pensando en Gandhi o en Huxley, entre otros.

Myriam miércoles, abril 28, 2010 6:25:00 p. m.  

Mónica: es cierto, es más difícil burlarse de lo que se entiende y en lo que se ha creído.

Nav'z: es una teoría bien chanta, la verdad. Por suerte no todos los psicólogos lo son ;)
Saludos!

Narvandi: jajajaja... de pronto m,e imagine el Magic Rock =P

Ffuentes: gracias por pasar y nos leemos (recién voy a ver la página sobre Evo y te comento) ;)

Akira: y espero nunca estarlo, los gordos me dan un poco de cositas =P

Diego: Sí, en principio creo que es comodidad, aunque la verdad también creo que pasa por ser muy duro de mollera como se dice, sobre todo en casos como este, con la religión católica tan cuestionada y que exista gente que la defienda a muerte. En ese caso es algo distinto a la comodidad, es ceguera, creo.
Sobre lo del aparatito, leí que consumir mucho o muy poca agua antes de hacer la medición puede alterar un poco el resultado, es cierto?
Abrazos! n_n

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