lunes, 11 de enero de 2010

Ninguna de las anteriores

Hace poco escuché una de las ideas más brillantes del último tiempo: en la papeleta del voto siempre debería haber una opción extra a la de los candidatos que se llamara “Ninguna de las anteriores”. Como todas las ideas geniales es simple, pero cuando la comienzas a pensar bien te das cuenta que, por su propia simplicidad, es de una enorme complicación social.

Marcar “ninguna de los anteriores”, a diferencia de votar nulo o blanco, es marcar una preferencia, no es un simple no me importa*, sino que es un “ninguno de los candidatos anteriores me representa”, lo que obligaría a cambiar las leyes para hacer, por ejemplo, que con un cierto porcentaje de “ninguna de las anteriores” (digamos un 30 o un 40%) se obligara a hacer nuevos comicios donde se tomara en cuenta a la gente a la hora de nominar a los candidatos.

Significaría fortalecer la democratización interna de partidos y coaliciones para realmente escuchar la opinión de las bases y no, como pasa en las actuales elecciones, tener un candidato designado a dedo, con menos carisma que una berenjena y al cual han tenido que inventarle la historia que nadie más se quería presentar para justificar su nombramiento.




Hoy es el último debate presidencial y el domingo es la segunda vuelta electoral y mientras una a parte de la población jura que si llega uno u otro candidato a La Moneda se acaba el mundo, la gran mayoría tiene una sensación de que la cosa no es tan terrible, que el mundo no va a cambiar radicalmente y que los candidatos tienen más parecidos que diferencias.

Tanto Eduardo Frei como Sebastián Piñera son democratacristianos de cuna. De hecho Piñera no fichó por la DC simplemente porque consideró que no le ofrecían las cuotas de poder que él quería y pensó que sería mejor ser cabeza de ratón en RN que cola de león en la DC. Tanto Frei como Piñera son empresarios y, demás está decir que son acérrimos partidarios del libre mercado (por mucho que ahora Frei ande como alma en pena abogando por “más Estado”). Ambos son de formación ingenieros y no se ríen ni con las papas fritas (la sonrisa de Piñera es más falsa que los dientes de mi abuelita).

Ambos quieren hacernos creer que tiene una “amplia” trayectoria política cuando en realidad consiste en los apellidos que llevan y la gente con la que se relacionan. Cuando Frei fue electo presidente el año 1993 nadie lo conocía mucho y muchas personas incluso pensaron que se trataba de su padre, el ex presidente Frei, muerto en la dictadura. Frei ganó por su apellido y porque en la derecha nadie le puso mucho empeño a la campaña de Alessandri (otro tremendo apellido de la política chilena).

Después de su período presidencial no tuvo ningún asco en ocupar un escaño en el parlamento, aprovechándose de una ley promulgada en dictadura que lo convertía en senador vitalicio (al igual que Pinochet). Cuando finalmente se derogó la ley, no tuvo problemas en ser reelegido presentándose en algún bastión de la DC en el sur del país.

Como senador hizo escasos aportes, entre ellos propuso construir un monumento en honor a Andrónico Luksic, una de las mayores fortunas del país.



Yo votaría 'zombies' sin dudarlo XD


Piñera por su parte de servidor público tiene bien poco y nada. Durante los años 80 se hizo rico en base a negocios truchos y especulación. Piñera, contrario al mito que de él se ha creado no es un administrador, sino un mero especulador, no es alguien que como el recordado Fra Fra haya partido con los pollitos, con un pequeño negocio y lo haya hecho una gran empresa, sino que es un tipo que se dedica a comprar negocios de otros y venderlos. Y que tiene un muy buen ojo para ver qué negocios le convienen (él introdujo las tarjetas de crédito al país, quitándole la exclusiva a Ricardo Claro, algo que nunca le perdonó).

En el ámbito político, Piñera fue electo senador por el período 90-98 por Santiago Oriente y le hizo honor a su título presentando varios proyectos como por ejemplo: la construcción de un casino de juegos en Valle Nevado y la creación de al menos una sala de juego de bingo en cada una de las comunas de Chile, y otro bastante entretenido que “crea un recurso de ilegalidad en contra de las actuaciones de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras”, resquicio perfecto para que las legiones de abogados bancarios puedan frenar la fiscalización de estas grandes empresas.

Como ven, se trata de gente muy distinta entre sí, con mucho prestigio y con intenciones transparentes.

La mayoría de la gente lo entiende así y, o se van a pasar el voto por buena parte y marcarán “culo” u “Optimus Prime”, o marcará casi sin mirar el voto por la que consideren la alternativa “menos mala”. Pero ¿qué pasaría si pudiéramos poner “ninguna de las anteriores”?



¿Cuál es el mal menor? A estas alturas no lo tengo claro.

*No digo que todos los que votan nulo o blanco lo hagan pensando en eso, pero sí hay una parte que lo hace porque no tiene idea no más. No sabe/no responde.

7 comentarios:

Jorge Román lunes, enero 11, 2010 10:59:00 p. m.  

Yo ya me estaba imaginando qué pasaría si existiera la opción: ¡ese sería verdadero poder ciudadano! Los políticos estarían tiritando en cada elección, pensando en que la gente se los puede cagar marcando el "ninguna de las anteriores" una y otra vez.

En verdad debería existir esa opción. Así no habríamos llegado a este callejón sin salida en el que tenemos que escoger entre caca dura y caca blanda. ¿No podemos hacer huelga de hambre mejor?

Diego martes, enero 12, 2010 10:26:00 a. m.  

Ah, qué temita. Terminamos teniendo una pseudodemocracia, porque no gobiernan los respresentantes del pueblo sino los que mejor manipularon las mentes del pueblo. Por acá no está tan tan jodida la cosa, hay algunos candidatos elegibles aunque uno pueda estar en desacuerdo con algunas de sus posturas. Uno de por acá dijo hace tiempo que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Al final termina siendo así.
¡Besos!

Anónimo,  martes, enero 12, 2010 11:47:00 a. m.  

Está buena la idea, y me pasa lo mismo, es como ¿qué quieres, caca o pipí? Yo creo que la primera vuelta le dejó en claro eso a la concertación, pero curiosamente en la derecha le subió los bonos a Piñera cuando muchos lo votaron como el mal menor, y como candidato a varios nos hace recordar a los cartones de tamaño natural de una modelo con traje ajustado, vendiendo cemento y puestos en la ferretería de la esquina.

Y yo le haría la estatua a Don Andrónico. Por lo menos por el lado minero el viejito es para prenderle velas.

Myriam martes, enero 12, 2010 11:55:00 a. m.  

Un dios pagano: nu, huelga de hambre no. Es una de las cosas sagradas junto con el sexo y la risa =P

Diego: en realidad terminan gobernando los que ganan el gallito de influencia política al interior de cada partido. Supongo que tenemos lo que nos merecemos, qué desgracia.
Saludos!

Alejandra: es cierto, en esta elección entre mierda y mierda, Piñera tiene la ventaja de lo nuevo (que la ha sabido aprovachar bastante bien) y Frei tiene la desventaja de lo usado (que la Concertación se empeña en que parezca aún peor de lo que fue, increíble, la peor autocampaña que he visto).

Dusty miércoles, enero 13, 2010 1:38:00 a. m.  

¡Si hubiera esa opción, esta quizá yo votaría! (No, en realidad, no... No voto porque creo que no tengo suficiente conocimiento para votar, y tampoco tengo intenciones de conseguirlo... Sip, es terrible, pero cierto. El hecho es, no tengo interés en estos temas, porque la verdad no creo que entre uno u otro candidato haya gran diferencia, tal como pones en el post... Por lo tanto, prefiero usar mi tiempo libre en enterarme de otras cosas que me pueden afectar más... Como, por ejemplo, cómo pintarse las uñas de manera bonita =) "No country, no president", ese es mi lema. Como forastero de por vida, no lo puedo evitar...)

Rodrigo Acevedo Pinto miércoles, enero 13, 2010 5:50:00 p. m.  

Me he pasado las últimas semanas defendiendo a muerte el derecho a votar nulo, que es una opción super respetable y todo eso... pero jamás había pensado en que la opción “ninguna de los anteriores” apareciese en los votos, y la verdad me parece una idea buenísima. Si, porque por momentos el votar nulo parece una ilegalidad, algo no correcto, como si la gente estuviese obligada a optar por algún candidato si o si, a emitir un voto "estratégico" como le llaman ahora.
Con la opción "ninguna de los anteriores” el elector que no se siente representado podría emitir de manera legal su descontento y su opinión y ser tomado en cuenta, al menos por la opinión pública, porque ya sabemos que a los políticos no les importamos ni menos nuestras opiniones. Quizás desarrollarían nuevas estrategias para ganar al electorado de "ninguna de los anteriores” y todo eso.

Y si poh, ambos candidatos se parecen mucho más de lo que la gente piensa. Habrá que aguantar cuatro años de mediocridad no más.

Y mejor suerte para la próxima...

Saludos!

Myriam miércoles, enero 13, 2010 8:00:00 p. m.  

Dusty: lo triste es que sefuramente estás mucho más informada que el votante promedio, que es un idiota en el más estricto sentido de la palabra (del griego "ciudadano privado", en oposición a "lo público", o "inculto").

Rodrigo: para mí también es una opción más que válida, es la diferencia entre votar estratégicamente (también muy válida) y votar por principios como leí en una columna muy interesante (http://blog.latercera.com/blog/fgarcia/entry/apolog%C3%ADa_al_voto_nulo).

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