La noche que vivimos en peligro
(o mi versión del terremoto, dos semanas después)
Alguna hora en la madrugada.
La cama se bambolea sin que medie ningún esfuerzo humano. Abro los ojos y miro a través de la más negra de las oscuridades. “Está temblando” digo. “Sí, y fuerte” me contesta la voz de mi novio desde la oscuridad, al parecer en el mismo estado de ‘alerta temprana’ que yo.
Silencio, tratamos de escuchar lo que nuestros toscos oídos humanos no nos permiten. Tratamos de ver en la oscuridad y hasta de oler el aire si es necesario.
“Esto se viene fuerte, levantémonos”. A la señal me paro y nos ubicamos en el dintel, tomados de la mano, cada uno aferrado a su pedazo de estabilidad. El suelo se mueve de un lado para otro bajo nuestros pies, no con movimientos ondulantes como los temblores que hasta ese minuto recordaba, sino con un violento zigzag que amenaza nuestra postura vertical con respecto al suelo.
Crash. Algo se cae y se quiebra cerca mío. Inmediatamente pienso qué podría ser y qué más hay cerca que eventualmente se pueda caer sobre nuestras cabezas. Crash. Segundo quiebre y final.
Siento fascinación por todo lo que pasa a mi alrededor. Me siento metida en una de esas películas gringas catastróficas donde a medida que los protagonistas avanzan el mundo se va haciendo añicos detrás. Una parte de mí se decepciona al ver que no siguen cayendo más cosas. La parte cuerda (que la tengo también) se alegra.
Es como la sensación de vértigo. El que la padece no siente precisamente miedo a las alturas, sino que tiene que luchar contra unas ganas locas de lanzarse al vacío. Bueno, yo no sentía precisamente miedo, o por lo menos, el miedo no estaba dentro de mis prioridades en esos momentos. Lo que sentía eran unas ganas locas de que quedara la escoba a mi alrededor. Demasiadas películas gringas, siempre lo supe.
5 comentarios:
Puuuta, yo soy drama queen. Creía que se me acababa la vida ahí mismo, que se caía el edificio y weas.
No pasó nada de lo anterior.
Pero lo bueno es que he podido darle rienda a mi lado paranoico a full sin sentirme loca, jajja!!!
Jajajaja =P
Mi hermano es así (el "hombre de la casa" es lo más miedoso que hay" >.<). Mientras estuve lejos de él, ni un rollo, pero volví a la casa y me puso nerviosa. Que va a seguir temblando, que el no dormía hasta que llegara la luz, que si se iba a dormir moriría aplastado... ufff...
La gente histérica me pone mucho más nerviosa que el terremoto/temblores/réplicas/tsunamis/loquesea.
Te admiro la sangre fría. Yo soy lo mas cagona que existe, seguramente hubiera salido disparada por la ventana gritando como una lunática.
Pensaba el otro día que si se sintió en Baires, aqui en los pisos altos se tiene que haber movido algo (porque ya ha pasado, se siente como un leve bamboleo y las luces, los cuadros de mueven). Por suerte se vé que yo estaba dormida tipo tronco y ni me enteré.
Haber estado ahi y sentir que se te movía el piso debe haber sido de terror! Me duele la panza de solo imaginarlo. Pero bué, es mejor ser asi como vos, total poniéndote histérica lo único que hacés es joder.
abrazos y que todo se quede quieto de una vez por favor!
Me llego un mail reclutando chicas para un tal "café perverso", lo leí y me entro el bichito de la curiosidad así que empecé a buscar en internet, eso me trajo a tu blog. Como es fin de semana y la universidad recién está empezando tengo "tiempo libre" por lo que empecé a leer tu blog. E leído algo así como 25 de tus entradas y me ha gustado muchísimo, por varias razones, entre ellas porque escribes de todo y una aun mas importante, porque te leo y siento que nos parecemos y eso es encantadoramente atractivo :) Me encanta saber que nos soy la única a la que el terremoto se le hizo poco o que no soy la única que ve a su novio llorar con películas románticas que me hacen dormir y al final cuestionar mi insensibilidad. También me encanta “el eterno resplandor de una mente sin recuerdos” y UP. Soy la que todos piensan como desatinada cuando 30 minutos después de un terremoto dice que se parece a un libro que acaba de leer sobre apocalipsis (“Cell” de King) o a la película la guerra de los mundos.
Solo quiero que sepas que acabas de ganar una lectora así que agradéceselo al “café perverso”
Bye :)
Any: era del terror, es cierto, pero también tenía algo de fascinante la escena. La fuerza de la naturaleza y todas esas cosas impresionantes que uno nunca espera vivir salvo en la ficción.
Ya está más calmado o al menos yo no he vuelto a sentir temblores desde hace ya mucho. Aunque no faltan los que siguen no sólo asustados (que es comprensible) sino histéricos. Ya hablaré sobre eso.
Abrazos!
Danitza: me alegro muchísimo que hayas llegado a estas páginas, aunque fuese curioso el arribo (por cierto, a mi también me volvió a llegar el mail... junto con otro donde me ofrecían vicodin y codeína =P).
Qué bueno que te gustó, es mi pequeño espacio, pero uno siempre espera que en algo pueda aportar: a veces ser divertido, otras veces aportar con una mirada distinta o simplemente descargarse. Un gusto conocerte y espero que pases seguido.
Abrazo!
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