sábado, 17 de enero de 2009

People equals shit

No le tengo especial cariño a la humanidad, pero hay veces en que, definitivamente, le tengo especial desprecio.

Hace poco saqué de la biblioteca varios libros para leer en el verano. Uno de esos era "El llano en llamas" de Juan Rulfo. Cada 2 párrafos me comienza a hervir la sangre porque el o la pelotuda que lo sacó anteriormente lo dejó lleno de marcas. Sí, tal como leyeron, un ser humano fue lo suficientemente tarado como para llenar de pequeñas marcas a lápiz grafito un libro que NO era suyo.

He aquí el cuerpo del delito. A su lado, la goma de borrar vengadora.

Soy de las personas que les duele cuando ve en la micro o en el metro a alguien que para leer un pobre libro hace el bestial y criminal acto de doblarlo como si fuera una revista. Y no me vengan con que 'por lo menos están leyendo', porque alguien que hace eso no tiene la cultura para entender algo más allá de Paulo Coelho o Carlos Cuauhtémoc Sánchez.

Y rayar un libro está en ese nivel. En realidad es peor aún, porque, en este caso, se trata de arruinar algo que ni siquiera es tuyo. Por último vaya y sáquele una fotocopia (¿quién dijo piratería? no me malentiendan, se trata de errr... democracia cultural), pero no rayes un maldito libro que no es tuyo, simio.

Sí, usualmente soy discriminadora y prejuiciosa, y más aún si estoy enojada. Y lo estoy.

Deseo con todo mi corazón de rata de biblioteca y mi neurona Goebbels juntas que el ser humano que rayó el libro sea alguien que en realidad le importe. Un maldito tesista de Literatura o alguien que estaba haciendo un puto estudio de Rulfo, lo que sea, pero que sea alguien para quien las marquitas famosas eran de vital (sí, VITAL) importancia. Así al menos, la acción justiciera de mi goma de borrar será ampliamente recompensada.

7 comentarios:

Saurio sábado, enero 17, 2009 9:03:00 p. m.  

TODA LA IRA!!
YEAH!!

Yo recuerdo lo encabronado que me ponía cuando encontraba un libro que tuviera las ilustraciones rayoneadas (vamos, antes los libros tenían ilustraciones bastante chingonas)

Desafortunadamente,los libros a veces también caen en manos de niños, y no tanto de gente inescrupulosa, y los pequeños diablos, aún más inmisericordes que los adultos pendejos que los crian, los rayan pero A TINTA.

Por eso dejo MIS libros fuera del alcance de cualquier otra persona que no sea yo.

Cuídese Doña Myriam!!

Jorge Román domingo, enero 18, 2009 3:06:00 p. m.  

Sigh.

En el colegio me tocó muchas veces lidiar con adolescentes brutos que dejaban el libro que la biblioteca les prestaba, tirado en el suelo, abierto. Yo no hallaba cómo hacerles entender que el libro es algo sagrado, que merece respeto y no malos tratos.

¿Será que nosotros vivimos en otra época, o la gente de hoy no entiende que fue la invención de la escritura lo que permitió la acumulación del conocimiento?

Quizás la conclusión nazi sería esta: quienes maltratan un libro sólo sirven para realizar tareas mecánicas y repetitivas.

He dicho.

Diego domingo, enero 18, 2009 10:43:00 p. m.  

Mi vieja hace eso, me dan ganas de matarla. Encima NUNCA va y relee lo que marca... Aunque tengo que admitir que la mayor parte de mis libros tienen manchas verdes de mate, y que las páginas de mis libros de medicina parecen campos de batalla.

Unknown miércoles, enero 21, 2009 2:33:00 p. m.  

te digo un secreto pero no lo dices muy fuerte?
yo cuando sacaba un libro le revisaba allí mismo en el mostrador y acusaba con el dependiente el horror en el libro.
jum!!!

te entiendo.

un beso y calma, que el libro merece calma (a mí me encanta!)

mua

Myriam miércoles, enero 21, 2009 4:03:00 p. m.  

Saurio: los niños son una peste aún mayor. Por suerte cada vez nacen menos.

Dios pagano: propongo que a los que rayan libros les rayen las vísceras con algún plumón tóxico =p

Camila: y sobre todo las mentes!

Diego: sí, dan ganas de matarla =S

Analix: cuando vaya otra vez les voy a decir que pongan más atención al estado en que la gente devuelve los libros ;)

Saludos!

hezkedan jueves, enero 22, 2009 8:51:00 p. m.  

Lo de las marquitas...

Muy sospechoso el asunto. Según lo que alcanzo a ver desde aquí hasta donde anda ese libro, el criminal tiene problemas de retención y rayó ese libro en un horrible ritual nemotecnico. Y seguirá su masacre.

Yo no suelo rayar mis libros. Lo que hago es ponerles banderitas y señalador. A veces si rayo, pero muy ocasionalmente. Yo soy irresponsable con ellos a pesar de que los quiero. Los cargo en la mano por la calle, los he tenido que doblar un poco y hay algunos que incluso tienen marcas de dientes en su cubierta. Pero, los he dejado ser, además, eligieron convivir conmigo. Convivimos bien, a pesar de todo.

Los libros y los pensamientos a veces son seres muy promiscuos

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